el punto rojo

Iba entrando al salón de clases de arte, cuando de repente un trío de señoras como de 60 años exclamaron “tienes el punto rojo”. ¿Queeeeeeeeeeeeeeee? Lo dijeron muy quedito y muy rápido. No entendí. Me toqué la cara tratando de descubrir adonde tenia el punto rojo.

Por suerte enseguida entró la maestra quien exclamo llena de emoción y en voz fuerte: “¡Felicidades, ganaste el punto rojo!” Ahora ya entendí que era algo bueno.

Me invitó a pasar a la galería de la escuela, Fui con ella y me emocioné a ver que el cuadro había sido acreedor del premio más alto de la clase… y eso tras solo tres semanas de estar en la escuela.

Estaba contenta. No puedo decir que estaba loca de la emoción pues estaría exagerando.

Resulta que mi punto rojo si había exaltado muchas emociones en muchas personas… negativas todas ellas. Oí comentarios tipo; “Yo llevó mas de 15 años estudiando esperando ganar un punto rojo”, “Que onda con que un principiante y ademas mexicana (la escuela está en Estados Unidos), dos años más tarde esas tres mujeres no me dirigen la palabra.

Aprendí una vez más la importancia de Atrévete! … me atreví a cursar una nueva carrera a los 63 años, a concursar, a ganar y a resbalar los negativos comentarios.